El pasado lunes 9 y martes 10 de diciembre varias playas de Mar del Plata, incluida Varese, presentaron una postal inusual debido a una arribazón de algas que conformó un denso cordón de varios centímetros de espesor, el cual generó sorpresa en marplatenses y turistas.
Las arribazones pueden definirse como la afluencia y acumulación de organismos, materiales o basura flotante en una región, generalmente en playas, ocasionadas principalmente por factores meteorológicos y oceanográficos.
De acuerdo a lo establecido por los investigadores del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP), Dra. Laura Schejter, Lic. Betina Santos y Dr. Agustín Maenza, que trabajaron en colaboración con la Lic. Valentina Cudini del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, en este caso el intenso oleaje, las altas pleamares superiores a 1,5 metros junto con vientos predominantes del este y noreste registrados durante los días previos a la arribazón fueron los factores clave que propiciaron este fenómeno.
En primer lugar, las condiciones meteorológicas generaron el desprendimiento de las macroalgas por la acción mecánica de las olas y luego su transporte y acumulación como producto de las altas mareas, lo cual evidencia que estas algas también se encontraban presentes los días previos en la columna de agua, así como en la zona de rompiente, ocasionando incomodidad a los surfistas locales.
Al ser consultados por distintos medios ante la aparición de estas algas desde INIDEP se recolectaron muestras en Playa Varese y es así que a partir de un estudio minucioso pudo corroborarse que la arribazón estuvo compuesta por al menos 17 especies de macroalgas.
En la arribazón destacaron especialmente por su abundancia las algas rojas del grupo de las Rodofitas, Anotrichium furcellatum y Callithamnion sp, además del alga verde del grupo de las Clorofitas, Bryopsis plumosa, siendo todas habituales del litoral marplatense.
Sin embargo, Anotrichium furcellatum es considerada una especie exótica que fue detectada por primera vez en las costas de la provincia de Buenos Aires en 1997, aunque ya se encuentra establecida y fue protagonista de una arribazón muy importante que se observó en el año 2000.